martes, 20 de octubre de 2015
Respuestas innatas, madurez y maduración, estados temporales de la conciencia
Psicología del Aprendizaje
¿Cuáles son las Respuestas innatas?
También llamados reflejos. Son
respuestas involuntarias, automáticas a una forma particular de estimulación. Se calcula que los infantes humanos tienen 27 reflejos principales. Los
reflejos primitivos; que
se relacionan con la supervivencia y protección del niño o sustentan el vínculo
original con quién lo cuida; como el de la succión, búsqueda del pezón y del
moro (respuesta a la posibilidad de
caer), el reflejo de presión o darwiniano.
A medida que se activan los
centros cerebrales superiores durante los primeros dos a cuatro medes, los
bebés comienzan a mostrar reflejos
de postura; reacciones a los cambios de posición o equilibrio; por
ejemplo, al inclinar hacia abajo a un bebe, este extiende los brazos con el
reflejo del paracaídas, que es un intento instintivo de evitar la caída. Los reflejos locomotrices como
el de la marcha o el natatorio, se parecen a movimientos voluntarios que
aparecen meses después de que los reflejos hayan desaparecido.
Casi todos los reflejos desaparecen en los primeros 6 a
23 meses. Persisten los reflejos que cumplen funciones de protección: parpadeo, bostezo,
tos, vómito, estornudo, estremecimiento, dilatación de las pupilas en la
oscuridad
¿Qué es madurez y maduración?
La madurez es la etapa de la vida, donde el ser humano ha
alcanzado las características o la capacidad para ser o hacer algo. La madurez sexual llega durante
la adolescencia, aunque la madurez
cognoscitiva puede requerir más tiempo. La madurez psicológica puede depender de logros como el
descubrimiento de la propia identidad, la independencia de los padres, el
desarrollo de un sistema de valores y el establecimiento de relaciones. Madurez emocional, cuando se es capaz de aceptar la realidad de
las personas y las cosas tal cual son”
La maduración es el desenvolvimiento de la secuencia
natural de cambios físicos y de patrones conductuales, los niños crecen,
se convierten en adolescentes y luego en adultos. Las diferencias individuales
de características innatas y experiencias de vida adquieren un papel importante,
no obstante, durante toda la vida la maduración influye en ciertos procesos biológicos
como el desarrollo cerebral.
¿Cuáles son los estados temporales de la conciencia?
O llamado también estados alterados de la
conciencia. Son estados
mentales que pueden ser reconocidos subjetivamente por un individuo, o por un
observador, como un estado diferente del estado normal del sujeto, ya
sea por variaciones psicológicas o del estado de alerta propio de la vigilia.
1.- El estado de consciencia “normal”: Es el estado de vigilia
cotidiana caracterizado por la lógica, la racionalidad, la ley de causa y
efecto, la intencionalidad y el sentimiento de que uno controla su propia
actividad mental.
2.- El estado de sueño: Puede identificarse con el
electroencefalograma. Presenta períodos de movimientos rápidos de los ojos y
ausencia de ondas cerebrales lentas. Este estado se produce repetidamente
durante la noche como parte del ciclo soñar-dormir.
3.- El estado de dormido: Igualmente puede identificarse con
el electroencefalograma. Hay ausencia de movimientos rápidos de los ojos y
aparición gradual de ondas cerebrales lentas. Cuando se despierta a alguien de
este estado, lo que diga será muy diferente de lo que diría al ser despertado
de un estado de sueño.
4.- El estado hipnagógico: Transcurre entre el estado de
despierto y el sueño, al comienzo del ciclo dormir-soñar. Generalmente se
caracteriza por una imaginería visual y algunas veces auditiva. Se diferencia
de las formas de actividad mental que se dan durante el dormir y el soñar.
5.- El estado hipnopómpico: Tiene lugar entre el estado
dormido y el despertar, al final del ciclo dormir-soñar. Puede existir
imaginería visual y auditiva, parecida al estado anterior. Se supone que las intuiciones
más valiosas nos llegan en ese estado.
6.- El estado hiperalerta: Se distingue por una vigilancia acrecentada y
prolongada mientras se está despierto. Se puede inducir por medio de drogas que
estimulan el cerebro (típico de los estudiantes que preparan exámenes), por
medio de actividades que precisan una concentración intensa, como serían los deportes arriesgados
(montañismo, carreras de autos, salto con paracaídas, etc), o en operaciones
militares peligrosas.
7.- El estado letárgico: Presenta una actividad mental aburrida y perezosa. Se
puede producir por fatiga,
falta de sueño, deshidratación, desnutrición,
baja de presión o de azúcar en la sangre, por drogas que disminuyen la
actividad cerebral. También se origina por estados de ánimo depresivos.
8.- El estado de rapto: Se caracteriza por un sentimiento intenso y una
gran emoción evaluada subjetivamente como estimulante y positiva. Se
puede provocar mediante la excitación
sexual; danzas frenéticas; rituales de orgía, como el vuduísmo; rituales
iniciáticos, como el de la pubertad en tribus primitivas; en actividades
religiosas , como el “don de lenguas”, y por medio de ciertas drogas
alucinógenas.
9.- El estado de histeria: Es producido por una emoción intensa evaluada
subjetivamente como negativa y destructora. Puede ser originado por el pánico, la
furia, el terror, el miedo a potencias demoníacas – temor de ser
embrujado o poseído- por la actividad violenta de multitudes, como el
linchamiento, la persecuciones frenéticas; por ansiedad psiconeurótica o por
ciertas drogas.
10.- Estados de fragmentación: Hay una falta de integración entre segmentos importantes
de la personalidad. Se habla entonces de psicosis, psiconeurosis, personalidad disgregada,
disociación, personalidad múltiple, amnesia (sea esta parcial o del
pasado total). Puede tratarse de trastornos temporales o de larga duración,
provocados por ciertas drogas,
traumas físicos o cerebrales, depresión endógena, algunos tipos de
esquizofrenia, manipulación experimental (privación de sueño, hipnosis).
11.- Estados regresivos: Presentan una conducta inapropiada respecto a
la edad cronológica del individuo y de su psicología habitual. Puede
tratarse de estados temporales inducidos por drogas, hipnosis, Dianética – en
la que se le pide al sujeto que “retroceda en el riel del tiempo” – o estados
de larga duración como ocurriría con un sujeto que sufra de alguno de los
varios tipos de demencia senil.
12.- Estados meditativos: Se caracterizan por una actividad mental mínima,
ausencia de imaginería visual y presencia de ondas alfa continúas en el
electroencefalograma. Pueden originarse por ausencia de estímulos externos, como la flotación
en un tanque de agua, o por técnicas meditativas en el yoga o el budismo.
13.- Estados de trance: Hay ausencia de ondas alfa continuas
en el electroencefalograma; Estos estados pueden provocarse mediante la voz de un hipnotizador,
por escuchar los latidos
del propio corazón, cánticos,
observación prolongada
de un objeto en movimiento (metrónomo, estroboscopio), por rituales
monotemáticos, prácticas mediumnísticas, ciertas danzas tribales, por una
tortura continuada, el ritmo de una canción de cuna, cierta clase de música, la
voz monocorde de un orador, etc.
14.- El estado de ensoñación: Aparecen movimientos rápidos de los ojos en el
electroencefalograma, puede acompañar al estado de trance. Por lo
general, lo provoca
experimentalmente un hipnotizador que sugestiona al sujeto para
producirle el equivalente de un sueño.
15.- El estado de soñar despierto: Se producen pensamientos que se suceden
rápidamente y que no tienen relación con el ambiente exterior. Puede
ocurrir con ojos abiertos
o cerrados. Con ojos cerrados pueden aparecer imágenes visuales
acompañadas de movimientos rápidos de los globos oculares. Este estado puede
ser originado por el aburrimiento,
la soledad, la privación sensorial, el insomnio, las necesidades
psicodinámicas, o períodos de fantasía que se presenten espontáneamente.
16.- Estado de examen interior: Es cuando hay percepción interna de las
sensaciones corporales en los órganos, tejidos, músculos, etc. La
consciencia sigue estando presente, pero a un nivel no reflexivo si es que no
hay de parte del individuo un esfuerzo determinado para esa percepción, o si
las sensaciones corporales no se encuentran intensificadas por el dolor, el
hambre, etc.
17.- Estado de estupor: Hay una capacidad suspendida o muy reducida de percibir
los estímulos. Es posible la actividad motora, pero su eficiencia está
muy reducida; se puede utilizar el lenguaje de manera limitada y, a menudo, lo
que se diga es carente de significado. Puede ser provocado por ciertos tipos de psicosis, por
compuestos de opio o por dosis excesivas de alcohol.
18.- Estado de coma: Hay incapacidad total de percibir estímulos. Muy poca
o ninguna actividad motora, sin utilización del lenguaje. Puede ser provocado
por un estado agónico,
agentes tóxicos, ataques epilépticos, traumas del cerebro, hipoglicemia,
deficiencias glandulares.
19.- Estado de repaso de la memoria almacenada: Una
experiencia pasada no se puede recordar sólo por la consciencia reflexiva de la
persona. Sin embargo, los restos de los acontecimientos pasados (engramas)
siempre existen en algún nivel de profundidad inconsciente. Pueden evocarse
mediante el estímulo químico o eléctrico de la corteza cerebral, por hipnosis,
por asociación libre en un tratamiento psicoanalítico o, aun, pueden surgir
espontáneamente.
20.- Estados de consciencia expandida: Se presentan con un umbral
sensorial reducido y un
abandono de las maneras habituales de percepción externa e interna.
Pueden producirse espontáneamente o ser provocados por hipnosis o
sobreestímulos sensoriales. Frecuentemente, son el resultado del uso experimental de drogas y plantas
psicodélicas. En este caso, se presentan estados progresivos en cuatro
niveles diferentes:
21.- Estado de liberación: Es el estado menos familiar en la sociedad occidental
moderna y el más difícil de describir. Se le llama también “estado de despierto”. Excede
la consciencia del hombre ordinario tal como el estado despierto excede en
claridad e integridad al estado dormido. El hombre en estado de vigilia
considera confusos y fragmentarios sus sueños, igual sucede con el hombre liberado con su vida anterior.
Fuente: Desarollo Humano, 12va Edición, Jean Papalia
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