MI LECTURA DE ESCRITURAS
Contexto Temporal: Fines del año VXIII d.C - XXI d.C
Personajes:
- Giddiani: Caudillo de los ladrones de Gadiantón
- El pueblo Nefita
- Giidgiddoni: Capitán en jefe del ejército Nefita
- Zemnaríah: Nuevo jefe de los ladrones de Gadiantón, muerto Giddiani
RESUMEN
Resulta que luego que los nefitas se hubieron apartado con todas sus cosas, rebaños, granos, y no pudiendo subsistir los ladrones de Gaddiantón en el desierto por la falta de alimento, decidieron caer sobre el pueblo Nefita vestidos de una manera terrible, con sangre en los rostros y una serie de indumentaria que les daba un aspecto desagradable. Cuando el pueblo Nefita los vieron cayeron al suelo a implorar a Dios que los proteja, entonces al pensar los ladrones que se estaban rindiendo, cayeron sobre ellos, por lo que gran mortandad entre ellos causó esa batalla. El ejercito de los nefitas persiguieron y mataron a los ladrones y con ellos a su jefe; pasaron dos años y Zemnaríah en nuevo caudillo de Gadiantón mandó sitiar al ejercito de Gidgiddoni, mientras los nefitas tenían viveres para sobrevivir por siete años, los ladrones estaban abandonando su proyecto debido a la gran hambruna que los acosaba, a la vez el ejercito nefita salía de día y de noche haciendo caer por miles a los ladrones. Zemnaríah ordena a los suyos retirarse, entonces Gidgiddoni sale en busca de ellos acorralándolos y dándoles muerte. El ejercito Nefita da Gracias a su Dios por la protección que siempre les brindó.
ENSEÑANZA: REEMPLAZAR EL MIEDO POR LA FE
Al igual que el pueblo de Nefi, al ver a los ladrones de gadiatón con su terrible apariencia, cayeron al suelo quizá de miedo, pero lo importante es que imploraron a Dios par que los protegiera y para que nada les pasara. Ese acto de humildad significa que ellos decidieron depositar toda su confianza en el Señor. Eso es lo que debemos hacer nosotros en estos días, reemplazar el miedo por la fe. Puede que en la vida se nos presente situaciones en las que sentir temor o terror sea inevitable, pero debemos tener la certeza de que si somos obedientes a los mandamientos de nuestro Padre Celestial, el nos protegerá siempre y no dejará que nada malo nos suceda, a menos que sea necesario para aprender y obtener experiencia, lo cual al final de cuentas resuelta siendo provechoso.
