lunes, 15 de abril de 2013
LO QUE QUERÍA SER DE GRANDE
MIS LECTURAS
El otro día me voltearon el pastel. Yo que siempre ando
entrevistando a personas por toda clase de razones, me enfrenté a una pregunta
que no estaba lista a responder: de chica, ¿qué querías ser cuando fueras
grande?
Hacía tiempo que no pensaba en eso. ¿Qué quería ser de
grande? Cuando lo recordé, me sentí enternecida por mi propia inocencia…
Aquí va: de chica, yo quería ser misionera. Me veía cuidando
a niños y a personas en necesidad en las alturas del Perú. Enseñándoles cosas,
compartiendo con ellos su vida y realidad. Creo que ese sueño se hizo mío
gracias a una amiga que siempre hablaba de ese proyecto… Y saben, con los años
ella terminó haciéndolo realidad.
Yo no. Si bien la idea me seducía, pasó el tiempo y pensé en
ser médico, como mi papá. Me veía en el hospital con los pacientes, ayudando a
curar personas, haciendo cosas de relevancia, que dejaran legados y cambiaran
la vida de muchos.
Sin embargo, con la adolescencia y las hormonas aparecieron
otros intereses en mi vida; y esos sueños altruistas fueron haciéndose a un
lado hasta quedar totalmente olvidados. Al final –como muchos- estudié la
carrera que seguimos cuando no sabemos qué estudiar: Administración de
Empresas.
Mis primeros trabajos me ayudaron a conocerme. A definir qué
me gustaba y qué no. Me fascinó el marketing, me alejé de las finanzas. Y
encontré recién a los 33 eso que me gustaba de verdad, y que hasta hoy me sigue
apasionando.
Fue entonces que me tocó vivir situaciones familiares
complicadas y dolorosas relacionadas con la falta de trabajo. El que una
empresa no actuase de manera socialmente responsable con la gente que despedía,
me dio la pista. Esa situación me llevó a contactar a la compañía para la que
ahora trabajo, y también a convencerlos de que yo era la persona indicada para
abrir sus oficinas en el Perú.
Y saben, ahora que lo pienso, creo que mis proyectos de niñita
no se perdieron del todo. Si bien no se han cumplido literalmente, creo que la
esencia de esos sueños que rondaban tanto por mi cabeza se ha mantenido a lo
largo de mi vida cual hilo conductor.
Hoy me dedico a ayudar a gente de todo el país a recuperar
el control de sus vidas cuando que se quedan sin trabajo, cuando han perdido lo
que consideraban la seguridad de su vida. Los ayudo a ponerse de pie y a mirar
el futuro haciendo un plan que los ayude a retomar sus sueños y el control de
sus carreras y de sus vidas. Los ayudo a convertirse en sus propias empresas.
Esa es mi vida ahora y desde hace 20 años. Mi sueño de hoy
es hacer que otros peruanos -como yo- también puedan cumplir los suyos. Y me
siento muy bien haciéndolo… ¿Saben? Acabo de descubrir que estoy siendo leal
con esa que era yo, de chiquita, hace ya más de mil años. ¡Yupiiii!
Fuente: Empresario de Tu empleo